Las nuevas tecnologías son una herramienta que ayuda a la medicina a la hora de tratar a los pacientes. Así, Internet permite a casi un centenar de diabéticos tipo 1 estar en contacto con la unidad de diabetes del Hospital Carlos Haya. Los enfermos envían a través de la Red, al menos una vez al mes, datos sobre sus valores de glucemia capilar o de los autoanálisis de glucosa que se hacen de cuatro a ocho veces al día e indican la cantidad de insulina que se ponen, los alimentos que comen y el ejercicio físico que realizan. Esa información es evaluada por los médicos especialistas en endocrinología y, en un plazo máximo de 48 horas, mandan a los pacientes, a través de un correo electrónico o de un mensaje de teléfono móvil, las recomendaciones que deben cumplir para hacer frente a su trastorno metabólico.
Este sistema permite un mejor seguimiento y control de personas que sufren una diabetes tipo 1 inestable, que les origina de doce a quince hipoglucemias leves semanales (bajadas de azúcar) y alguna grave que, incluso, puede provocarles un desmayo y la pérdida de conciencia, explicó ayer a este periódico la responsable de la unidad de diabetes de Carlos Haya, Marisol Ruiz de Adana.
Miedo y fobias
«La consulta de telemedicina hace que los pacientes tengan una mayor seguridad, porque saben que están en contacto continuo con nosotros», dijo la doctora Ruiz de Adana. En ese sentido, explicó que el miedo a que se les presente un episodio de hipoglucemia trae consigo que esos enfermos con una diabetes inestable sufran a veces fobias que deben ser tratadas con ayuda psicológica.
Aparte de conseguir una mayor estabilidad de la glucemia, la consulta de telemedicina reduce a la mitad las visitas al hospital para las revisiones. De ese modo, en vez de ir una vez cada trimestre, lo hacen cada seis o nueve meses. «Gracias al seguimiento que realizamos vía telemática, los pacientes se ahorran desplazamientos, con la ventaja de que no tienen que faltar al trabajo para acudir a la consulta», señaló la doctora Ruiz de Adana. La especialista indicó que a los enfermos seleccionados por la unidad de diabetes para su control mediante la telemedicina se les enseña cómo funciona el proceso informático que les permite enviar los datos al hospital por Internet. Un requisito que deben cumplir es estar motivados para mantener a distancia un intercambio de información sobre su estado de salud con una periodicidad mensual como mínimo.
En principio, la actividad de la consulta de telemedicina empezó con personas que siguen una terapia con sistemas integrados de infusión subcutánea de insulina y sensores de glucemia, que se encargan de monitorizar de manera continua los niveles de glucosa en la sangre del tejido subcutáneo. Tras comprobar el grado de satisfacción y buen funcionamiento de este sistema, la unidad de diabetes incluyó también a pacientes que reciben una infusión subcutánea de insulina sin monitorización de glucemia, así como a otros con un mal control metabólico que se inyectan multidosis de insulina con bolígrafos especiales de cuatro a seis veces al día.
La unidad de diabetes de Carlos Haya participa en el estudio multicéntrico nacional Telemed-diabetes, que promueve el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (Ciberdem) del Instituto de Salud Carlos III. La finalidad es conocer la eficacia y utilidad del seguimiento telemático de los enfermos y el coste asociado que tiene tanto para los afectados como para los profesionales. En la provincia de Málaga hay unos 8.000 diabéticos tipo 1. Su organismo destruye las células beta, que son las encargadas de fabricar insulina, por lo que necesitan inyectársela.
Fuente: SUR.es.
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